En su obra “Origen y evolución de la contabilidad”, Federico Gertz Manero plantea
que los hombres trabajan en función de un bien común, que debido a su frágil
memoria es necesario almacenar cierto tipo de información evolucion y que mezclando la
escritura y los números es posible establecer unas escala de valor; Gertz
Manero Federico. Origen y evolución de la contabilidad, México DF, Editorial Trillas, 1976 cómo es posible notar el asunto ligado con los procesos contables
no es un asunto nuevo, su planteamiento lo considera como un elemento más en el
devenir del hombre que hace historia y poco a poco va registrando momentos
claves que en última instancia le hacen pensar que el futuro y el pasado son
solamente circunstancias sobre las cuales no tiene ningún tipo de autoridad
pero que en el fondo se avizora una preocupación general y es ese deseo
alcanzar un nivel económico ordenado, sostenible y constante.
El despliegue de las economías en todos los
ámbitos humanos permite deducir entonces que todo aquello que está ligado con
procesos comerciales va de la mano de algo que es imposible no referir, un
capital. El capital ha sido, es y será el eje de la humanidad; por tanto es
imposible concebir un mundo en movimiento alejado de los engranajes económicos,
pese a todo eso la pregunta sobre ¿Cuál ha sido la importancia del desarrollo
histórico contable en el crecimiento económico y empresarial del país? nos
lleva a que los interrogantes se hagan más profundos en función de aclarar,
entender y respondernos si es posible hablar del desarrollo y el crecimiento
económico y empresarial del país.
Entre el paso de los sistemas contables y de
registro antiguos hasta este momento de avance y modernidad la contabilidad que
había sido presentada como algo elemental y poco necesario se convierte en la
máquina masificadora cuyo único fin posible es ordenar al hombre con parámetros
administrativos que lo condenan a la moda contable, donde las economías son el
centro de la identidad humana de los pueblos que poco a poco van haciendo que
las diferencias sociales se vean más amplias y el pasado se vaya volviendo más
lejano y el futuro sea simplemente el resultado de lo capitalista. Los
mecanismos de control aparecen dando orden administrativo a lo producido, a la libre
integración comercial; es allí donde el hombre se ve enfrentado al dilema del
tener y el haber, y todo aquello que se pensaba posible a través de la
libertad, la igualdad solo es un sueño teórico
que lanzó sin ningún tipo de paracaídas a la humanidad al abismo de la
producción y del consumo. Los modelos se acaban y los patrones conductuales
empiezan a regir camuflados en las nuevas tendencias consumistas,
administrativas y organizacionales donde prima la fluidez, el movimiento la
flexibilidad del yo como consumo o como oferta. Atrás han quedado los elementales
criterios del intercambio comercial, de la emancipación productiva y
adquisitiva, se vive al máximo pero con temor, el miedo a perderme en las
cifras que rigen los nuevos mercados, a la inmediatez consumista, a las
tendencias comerciales del momento. El ejercicio de la contabilidad y lo
administrativo empieza a convertirse en
la nueva posibilidad, y se ha pasado de un sistema sencillo a uno extremista
que pretende ser absoluto y perfecto, ya no son importantes las
reivindicaciones personales y a través de esa aplicabilidad lingüística donde
era más elemental un intercambio productivo y donde la palabra contaba mucho
más que los asuntos legales disfrazados de letras, vales, cheques y pagarés. De
esta manera las nuevas sociedades se rigen por códigos de consumo, del tener,
del aparentar, lo cual deja como resultado profundas y catastróficas recesiones
económicas.
Los nuevos modelos contables parecen estar más íntimamente ligados a los
individuos, la misma economía adopta nuevas estrategias de solidaridad en
contraposición al añejo sistema productivo y los mecanismos de cuentas han sido
vencidos por las nuevas técnicas que exaltan al éxito contable administrativo como
la última panacea. Hoy pululan los mercados, y todos aquellos movimientos que
desde antiguo había sido hechos a un lado se retoman; el reciclaje de ciertos
comportamientos económicos que el pasado condeno han vuelto a tomarse como
ciertos. La producción ha sido sustituida por el mercantilismo y todo el poder
capitalista se ha convertido en una poderosa opción donde lo más importante y
relevante son las variables contables y
de mercadeo, los comportamientos elementales de intercambio son más que optativo
completamente nulos. (lazos con nudos,
trueque de mercancías, colores pintados sobre sus trajes). Franco
Ruiz Rafael. Desarrollo de la educación contable en Colombia, En: Reflexiones
contables, 1985
En nuestro país los procesos económicos al igual que en muchos otros
países en proceso de desarrollo ha tendido a convertirse en un poder de orden
social, revestido por la omnipotencia del capitalismo pero han permanecido a la
sombra de las grandes y verdaderas potencias mundiales. En todo el camino de
desarrollo histórico y evolutivo de las economías los grandes monopolios se han
dedicado a empujar a los individuos y a ser adorados como dioses que seducen y
bendicen a través de sus mecanismos de
producción y consumo. Estas grandes empresas de mercado han aprovechado la
diversidad conceptual de los individuos para mantenerlos en constante pugna y
discusión, les ofrecen alternativas que lejos que libertarlos los someten haciendo uso de la ambivalencia máxime cuando
la reflexión ha sido remplazada por la emoción teórica que no ha hecho más que
hacerles caer en una utilidad práctica(neoliberalismo). Se vive en un presente
cuya sociedad está vinculada completamente a los procesos individuales y
colectivos que estos le ofrecen pero que de alguna manera también se está
llamado a regular todo proceso excesivo a través de aquella autonomía que bien
lo dice el autor nos ha sido heredada y que no es otra
que "El Principio
Fundamental de Control". Franco Ruiz Rafael. Características históricas de
la enseñanza contable, En: Reflexiones contables, 1985
En los actuales momentos es posible decir que
pese al sometimiento comercial y capitalista al que siempre nos hemos visto
abocados y frente al cual nos es imposible un derrocamiento total o parcial de
la historia frente a esta situación no podemos negar tampoco que el fluir de
los mecanismos contables han permitido señalar nuevos rumbos para la economía
nacional y que a través de ella el desarrollo comercial y capitalista nos ha
llevado a una enormes coberturas de mercado pues de un modo u otro nos hallamos
frente a una sociedad consumista y por ende llena de excesos productivos y
consumistas un ejemplo de ello los múltiples tratados de comercio que se han
firmado a nivel internacional.
El tiempo vuelve a revaluarse, cobra nueva
vigencia, y se considera al capitalismo como
pilar sobre el cual se halla cimentado el futuro comercial y productivo
a nivel mundial, y es que no es ajeno para nadie en los actuales momentos donde
se oye hablar de la globalización que se
mueve a pasos inmensos pese a que vemos frente a nosotros un futuro cansino que
debe darle lugar a la eficiencia, a las nuevas seducciones del comercio, de la
publicidad, de lo efímero, de la renovación tecnológica, de la inmediatez donde
el ocio y la comodidad son presentados como el paraíso; una especie de cortina
de humo que no cubre por completo la incertidumbre,(recesiones globales) pues
se sabe que no caben por completo dentro de las seguridades y las urgencias los
discursos actuales de superaciones utópicas revestidos de poder capitalista a
pesar de los grandes escándalos comerciales que nos hacen reflexionar sobre lo
que nos espera en el orden económico ya que poco a poco parece que estamos
vendiendo nuestro país.
La economía y el desarrollo empresarial de
nuestro país están viviendo comprimidos por la inmediatez y más que por presentimientos
por un porvenir puro que simplemente no necesita de diseños contables preestablecidos de antemano, el capitalismo se
considera como fuerza excluyente hacia el mismo trabajo cuyo intereses son tan
futuristas que parece que se viviese fuera de la órbita del presente. Las
condiciones de tiempo hacen suponer que las empresas se ven cada vez más
abocadas a una dinámica neoliberal ya que los medios funcionan como mecanismos
de distanciamiento, de introspección cuya única mira es la previsión, la
organización y los nuevos y llamativos mercados.
En cada momento es visible que las nuevas
formas de desigualdad social son más evidentes lo cual de una manera u otra hace que la dinámica de la
globalización no sea equitativa. Se hacen manifiestas ciertas sensaciones de
esclavitud temporal lo cual se hace evidente en la manera en como los
individuos han sido capaces de organización. Dicha organización que se ha
visto caminando de la mano del
consumismo que nutre las tensiones de angustia existencial ya que esta se
equipara a partir de renglones de consumo, y el mismo placer se asocia con la
necesidad de ampliar los plazos de la existencia humana.
Se vuelve entonces muy práctico recrear un
viaje por la memoria, donde lo pasado se convierte en un éxito productivo y a
la vez consumista donde los individuos tratan
de hallar estímulos de perpetuidad, de reemocionarse de recrearse,
pretendiendo retomar las raíces de dicha memoria que a nivel comercial no sería
nada diferente a nacionalizar las empresas que le pueden permitir al país
mejores garantías de poder subir algunos escalones de la economía mundial.
A manera de conclusión se puede decir que si
los mecanismos contables han permitido llevar a nuestro país a la cima del
desarrollo industrial y empresarial solo lo dirán las nuevas demandas de orden
inversionista si ha si lo ha sido; por ahora solo se ven grandes empresas no
nuestras aprovechando al máximo la riqueza prima y humana decidida a aumentar
las cuentas de inversionistas extranjeros y si esos son los objetivos de los
sistemas contables entonces en verdad que han contribuido con el desarrollo
empresarial profundamente enorme, pero también no queda por tanto sino recurrir
al apoyo textual para decir que lo que define el desarrollo empresarial no es
únicamente la autocrítica de los saberes y las instituciones modernas, sino
también la memoria revisitada, la reactivación de las creencias tradicionales,
la hibridación individualista del pasado y lo moderno.